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15 de julio de 2007

FEDRA.

La directiva de esta asociación espera que os haya gustado la obra, pues las críticas vertidas hasta el día de hoy en toda la prensa, nacional e internacional, son excelentes.

En Mérida nos cautivó algo tan sencillo como un escenario desnudo —apenas un camastro donde Fedra languidece de amor—, música, luz, actores y, sobre todo, palabra.

Todo ello en un país indefinido, en una época atemporal y en un mundo sombrío, con lo que la versión no responde ni al texto clásico ni corresponde a una situación contemporánea.

A partir de ahí se van sucediendo intensos debates dialécticos entre Fedra (Ana Belén) y su criada Enone (Alicia Hermida), que primero le pide que se olvide de su hijastro Hipólito (Fran Perea) y después la impulsa a luchar por ese amor.

Después llegarán los rifirrafes entre Enone e Hipólito, que recibe la noticia del amor de su madrastra, y de éste con Fedra, momento crucial de la obra, porque la mujer abandona su camastro e intenta hacer realidad una pasión que le quema por dentro. Admirable y despreciable a la vez .Fedra es una mujer de contrastes, admirable y despreciable. Por un lado no quiere hacer daño a su marido ausente, el héroe Teseo (Chema Muñoz), que mató al Minotauro, pero por otro intenta seducir al muchacho sin conseguirlo.
Hipólito es un joven sin ambiciones de poder, al que sólo lo interesa la caza y que es puro en su comportamiento y en materia de mujeres. Es más, piensa que no hay mayor peligro que ellas, "una raza abominable", dice.
A pesar de que se mantiene fiel a su padre, es acusado en falso por Fedra, lo que le lleva al destierro y a la muerte, después de una discusión con su padre en la que no consigue demostrar su inocencia.
"La única salida es la muerte", confiesa Fedra nada más comenzar la obra y acabó por ser una predicción, ya que se clava una daga fundida a su admirado Hipólito, mortalmente herido tras luchar contra un monstruo.
"El mundo no ha querido nuestro amor, pero nuestro amor es más grande que el mundo", concluye Fedra, que vive una lucha interior a la vez que escucha comentarios del tipo "la mujer siempre está bajo sospecha" o "ser mujer es motivo de odio para otros".